YAD VASHEM

Yad Vashem, el principal sitio en Israel para la memoria del Holocausto, está situado sobre las verdes laderas de Har Hazicaron (Monte del Recuerdo) en Jerusalén.

Aquí se relatan los testimonios sobre la vida de los judíos en el periodo de la Shoá, el genocidio orquestado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, y se venera la memoria de los 6 millones de judíos asesinados, para que no lo olviden las generaciones futuras. Este proyecto fue iniciado en 1953, siendo designado un custodio de la memoria de los caídos y encargado de documentar la vida del pueblo judío en esa época. Esta fue una medida muy importante para el joven estado, sus ciudadanos y, sobre todo, para los sobrevivientes de los guetos y de los campos de concentración.

En su construcción se invirtió un gran esfuerzo nacional, además del emocional y mental por parte de los sobrevivientes y sus familiares.

En el año 2005 se inauguró en el marco de Yad Vashem un nuevo museo, en forma de prisma que penetra dentro de la montaña. En un sendero tortuoso que baja desde la montaña pende un vagón de tren sobre el precipicio. Es parte de una formación alemana que fue utilizada para transportar a judíos deportados a los campos de exterminio y que ahora es un monumento a su memoria. El museo está dividido en nueve galerías que revisan a la historia de las comunidades judías antes de la segunda Guerra Mundial, y la sucesión de los acontecimientos desde la llegada de los nazis al poder, pasando por las persecuciones antisemitas, la concentración forzada de los hebreos en los guetos, y hasta la "solución final" y la masacre genocida. Las víctimas del Holocausto, sus experiencias y sus sentimientos son la base de la exhibición, en la que se incluyen fotografías, filmaciones, documentos y cartas de la época, obras de arte y objetos personales que se encontraron en los campos y en los guetos, y fragmentos de diarios escritos por niños. En el "Santuario de la Memoria" hay una llama perpetua; allí se han enterrado cenizas de las víctimas cremadas. El "Monumento al Niño" es un recordatorio a aproximadamente un millón y medio de niños judíos que perecieron en la Shoá. En la "Avenida de los Justos entre las Naciones" se han plantado 2000 árboles en homenaje a los valientes no judíos que arriesgaron sus vidas para salvar a judíos de la muerte.