TORRE DE DAVID

En el Museo Torre de David no sólo sus cautivadoras exposiciones nos permiten profundizar en nuestros conocimientos sobre Jerusalén, sino que sus propias piedras forman parte de la historia viva de esta ciudad.

El complejo en el que se encuentra el museo, situado en la Puerta de Jaffa de la Ciudad Vieja, lleva varios siglos en pie: sus murallas de casi 500 años de antigüedad pertenecen a la ciudadela turca; su nombre proviene de una torre tan gigantesca que los primeros habitantes de Jerusalén la atribuyeron al gran rey David (irónicamente, su constructor fue en realidad el rey Herodes, cuya fama era bastante peor); la aguja en la que remata pasó a convertirse en símbolo mundial de Jerusalén después de que el general británico Allenby entrara en Jerusalén pasando por debajo de ella en 1917.

Puede comenzar la visita con unas espléndidas vistas de la vieja y la nueva Jerusalén desde lo alto de la torre que da nombre al museo. A continuación contemple las exposiciones, en las que vídeos, dioramas e infografía se unen para ilustrar los entresijos de una ciudad única en los anales de la historia humana. Cada una de estas antiguas salas se ha rehabilitado para mostrar un periodo distinto con el fin de que encajen a la perfección en su mente los tumultuosos acontecimientos que han tenido lugar a lo largo de 4.000 años. Las ventanas ofrecen vistas de la Jerusalén moderna, y desde cada puerta podrá ver abajo el patio central de la ciudadela, donde los arqueólogos han encontrado restos desde la época de los macabeos hasta la Edad Media. El museo también utiliza su espacio único para exposiciones multimedia creadas por importantes diseñadores y artistas de Israel y del extranjero, así como para memorables sesiones privadas.