Visita a los Jardines Bahaí
Imagínese de pie en la décimonovena terraza, la cima de este monumento impresionante, desde donde se pueden ver las colinas ondulantes de la Galilea, la ciudad de Haifa, Acre (Akko) y el Mediterráneo.

Belleza, esplendor y un inspirado diseño se combinan con la meticulosa jardinería de generaciones de jardineros dedicados y una variedad de culturas, para crear la atmósfera única del santuario y jardines Bahaí en Haifa. Aunque cada jardín brinda una experiencia diferente, todos comparten el mismo tema de caminos de grava, setos únicos y lozanos canteros de flores. Una imagen tan perfecta que debe ver con sus propios ojos, para creer su precisión y simetría.

Este símbolo místico es el lugar donde miembros de la fe bahaí establecieron su santuario y centro mundial, dado su significado para su fe.
El bahaísmo tuvo sus orígenes en Irán. Su fundador, Bahaullá, fue desterrado de su tierra natal a finales del siglo XIX y llegó a Akko (Acre) y Haifa después de haber sufrido persecuciones en países vecinos. Quedó impresionado por la belleza del Monte Carmelo y expresó el deseo de que el Bab —una de las figuras centrales del bahaísmo— fuera enterrado en el lugar. Unos 20 años más tarde, los restos mortales del Bab fueron enterrados en Haifa, en el lugar que posteriormente se convirtió en el centro del bahaísmo, que medio millón de personas visitan cada año.