Caesarea

Cesarea es una ciudad del pasado y del futuro, donde se encuentran lo nuevo y lo antiguo. Aunque la nueva Cesarea hace gala de magníficos edificios modernos, la antigua ofrece a los turistas ruinas únicas e impresionantes. Mientras los golfistas disfrutan de campos con fantásticas calles, se recuperan las carreras de caballos en el enorme hipódromo del parque nacional. Mientras los barrios modernos de Cesarea gozan de la calma y la serenidad de la arquitectura contemporánea, la zona antigua es un hervidero de turistas que acuden a ver las maravillas del pasado levantadas por uno de los grandes constructores del mundo antiguo: el rey Herodes.

El parque nacional de Cesarea es uno de los más impresionantes de Israel, ya que alberga edificios únicos de diversos períodos, testigos silenciosos de las convulsiones que han agitado este lugar durante los últimos 2.300 años. En una superficie de 500 dunams (50 hectáreas) se han hallado vestigios arquitectónicos desde el período helenístico (siglo III a.C.) hasta la época de los Cruzados (siglo XII), tiempos en que Cesarea fue ciudad portuaria y durante muchos años capital de Israel. Esta localidad fue un regalo que recibió el rey Herodes de manos de César Augusto, emperador del que recibe su nombre. Herodes construyó allí un gran puerto con zonas de ocio, termas y templos. Ya durante el período bizantino, Cesarea fue un importante centro cristiano. Los primeros padres de la Cristiandad (Orígenes y Eusebio) vivieron allí y, según la tradición cristiana, fue en ese lugar donde se convirtió el primer idólatra, el centurión romano Cornelio. En tiempos de los Cruzados, la ciudad estaba fortificada con murallas y puertas, que posteriormente serían destruidas tras su conquista por los mamelucos en el siglo XIII.

Recorrer el parque nacional es como pasear por la historia; perdiéndose entre los edificios antiguos se puede percibir cómo vivía aquí la gente hace miles de años, además de disfrutar de experiencias contemporáneas, como las fascinantes actuaciones musicales que se celebran en su hermoso teatro romano. Se puede pasear por las murallas de la ciudad y alrededor de las torres, vagar por las ruinas del castillo y los diversos templos, contemplar carreras de caballos en el hipódromo, visitar el puerto antiguo y la pequeña plaza de los artistas, o ver simulaciones tridimensionales interactivas por ordenador sobre el pasado de la ciudad. En el puerto se celebran festivales culturales todo el año … y los aficionados al submarinismo pueden explorar las ruinas sumergidas del parque arqueológico situado junto al puerto.

A 9 km se halla el acueducto que abastecía de agua a la antigua ciudad de Cesarea. Junto al parque el pueblo que ofrece gran cantidad de actividades, como campos de golf, un balneario, hoteles de lujo, el Museo de Arte Ralli y un enclave histórico que alberga los vestigios de un magnífico palacio con un sorprendente suelo de mosaico que representa unas aves, así como un raro y curioso tablero de mesa con incrustaciones de cristal y oro.